La menopausia es una de las etapas que tiene una de las herencias culturales más perversas y devastadoras. Al buscar imágenes de mujeres en esa etapa de la vida, se pueden encontrar rostros sufrientes, seres víctimas de sofocos o abuelitas tejiendo en actitudes casi pueriles. Sin embargo, cuando se profundizan en el tema, podemos llegar al discurso tradicional que dice “si ya no eres fértil, no sirves” y a partir de allí, podemos conectar con un significado diferente que nos invita a disfrutar de una fase enriquecedora, espiritual y de sabiduría interna en menopausia.
En griego “Menos” significa Monstruo, por lo tanto, la palabra Menopausia es la pausa del monstruo, idea que condena la menstruación, por ende, nuestro ser mujer. Esa condena la venimos arrastrando desde hace miles de años y esa condena es la que integramos a nuestra vida permitiendo que, por una parte, la menstruación sea vista como un monstruo, idea que se manifiesta en patologías como: ovarios poliquísticos, miomas uterinos, cáncer de mamas, cáncer de útero, prolapso de útero, infertilidad, entre otros, y por otra, una menopausia que hereda todo eso negativo para manifestarse en una vejez seca, fea, dolorosa e inservible.
La intuitiva médica Carolyne Myss propone que el gran temor de las mujeres hacia la menopausia reside en la mala comprensión del arquetipo de la mujer menopaúsica como una mujer sola, esa que en la antigüedad iba al bosque y se convertía en bruja, como la de Blancanieves. Y es muy probable que efectivamente las mujeres que ya no menstruaban, en la época tribal, se alejaran de la tribu, pero no porque la comunidad las separara, sino porque es una etapa de introspección, conexión con la sabiduría interna, la intuición propia y revaloración de sí misma. Psicológicamente, y gracias al reordenamiento hormonal, la mujer en la menopausia ya deja de “darle al mundo”, de exteriorizar su quehacer, de ser productiva para la comunidad y comienza a ocuparse de ella misma.
Ya en esta etapa, la mujer no basa sus actividades, sus pensamientos y su imagen de sí misma en la aprobación de su familia, es libre de ir y venir cuando le place y a su manera. Pero para tener una menopausia saludable, es necesario tener un ciclo menstrual saludable y me refiero a saludable no sólo físicamente, sino que social y psicológicamente. Para allá vamos, cada vez son más las mujeres que profundizan positivamente en sus ciclos y en esta etapa de la vida, y poco a poco la idea de que la menopausia debería llamarse plenipausia, es mayor.
En algún momento me pregunté, si la menopausia es tan negativa para una mujer ¿por qué vivimos 20, 30, 40 años más después de que llegamos a esa etapa?, ¿no te parece que hay sabiduría en eso? Es como si la naturaleza estuviera consciente de que no nos pertenecemos en la época de la fertilidad y nos diera el tiempo para alcanzar la plenitud. Sin embargo, en vez de atrapar y disfrutar esta época de gracia ¿cuánta energía no le dedicamos a lamentarnos de lo que dejamos de ser? Como el máximo valor que nos concede la sociedad es el de la maternidad, cuando ésta se convierte en una imposibilidad física es como que nos sacaran la alfombra, y nos quitaran el asidero donde reside nuestra identidad, el valor que nosotras nos damos a nosotras mismas y con tantas cuestiones de índole sexual, hablar de la menopausia siempre ha sido un tema algo tabú, por lo que muchas mujeres viven en silencio sus síntomas, y lo sufren como una enfermedad.
Pero no debe ser así. De hecho, muchas culturas consideran la menopausia como una etapa floreciente donde las mujeres se vuelcan hacia su propio centro y espiritualidad. En la medicina china, el período posterior a la etapa fértil de una mujer lo denominan “segunda primavera”, pues representa una renovación de la energía y de las oportunidades.
Tomando este concepto, existen mujeres que han decidido cambiar el paradigma y vivir la menopausia de manera plena, como una nueva etapa de cambios, como un concepto que nos empodera y por esta razón, y para el bien de cada una y de las que vienen, debemos comprender la importancia de que las mujeres y nuestras hijas, sobrinas, nietas, hermanas, conectemos con nuestros ciclos vitales de la mejor manera posible, para que cada etapa sea saludable y dichosa. ¡Porque si la que estamos viviendo es buena, la que vendrá es mejor!
1 comentario en “Plenipausia”
Expones una información errónea aquí. El prefijo griego «men/menos» significa mes, no monstruo. Cuidado con la etimología de las palabras porque se desvirtúa su significado.